Resulta difícil comentar un libro. Las subjetividades son parte del proceso crítico. Pero más difícil aún resulta si el libro en cuestión cuenta parte de una historia de la que uno formo parte. Y es terriblemente más difícil si la autora, en este caso la muy buena periodista Mónica Beltrán, te nombra en los agradecimientos.
Pero la idea de este blog, que hoy debuta, es no esquivar este tipo de desafíos. La Franja (vamos a resumirlo así), es un libro único. Por diversas cuestiones. Primero, aunque no lo parezca para muchos, es un libro neutral. No pretende juzgar sino contar, no pretende ensalzar sino reflejar una historia que atraviesa los últimos 45 años de historia política y universitaria de nuestro país.
Pasado un mes de publicado, puede hacerse un balance. Como ex militante de dicha organización, veo que algunos lo recibieron con entusiasmo y otros con críticas. Para los actuales militantes se que se convierte, poco a poco, en una herramienta impresindible de discusión y formación. En este sentido no puedo dejar de hacer una comparación fácil: Cuando apareció publicado el libro "La Cámpora", dicha organización prohibió a sus militantes leer o difundir el contenido del mismo. En cambio, en este caso es auspicioso encontrarse con un foro de divulgación en Facebook donde los más entusiastas son aquellos que forman parte de la organización universitaria radical. Una sensación que, sin objetivismo, me hace pensar: "que distintos somos....".
Un análisis objetivo deja claro, ahora si, que el libro tiene errores. No pueden desconocerse. Tal vez el más grave es el que confunde a Raúl Matera (importante neurocirujano peronista) con Coco Matera, decano normalizador de la Facultad de Medicina (UBA); un análisis serio de la cuestión lleva a concluir que quien genera el error es el propio Rector Normalizador, Francisco Delich, que confunde los nombres y lleva a la autora a persistir en el error.
También es claro que hay ausencias, las más porque la autora no pudo entrevistar a todos los protagonistas. Me consta incluso la dificultad y la negativa de algunos para hablar. Me consta tambien que la intención en todo momento era reflejar procesos y actores y no hechos y protagonistas.
Algunos también consideran que la presencia de la/s Franja del interior está soslayada. Y no es así. El libro acompaña los procesos históricos y el protagonismo que la Franja va asumiendo según territorios y circunstancias políticas del país. Si en la década del 90 el libro refleja lo que pasa en la Franja de la Capital, es porque esta asumió compromisos más fuertes y un protagonismo mayor en la lucha contra el menemismo. Un compromiso incluso que llevó a la agrupación a quemar a sus mejores cuadros en un gobierno que nació jaqueado, el de Fernando De la Rúa (muy bien reflejado también por el texto). Creo sinceramente, y me arrepiento no haberlo contado a la autora, que ese proceso político, el de 1999-2001 terminó con la carrera política de muchos dirigentes y particualarmente de uno que podría haberse convertido en el más importante y carismático dirigente de la Ciudad de Buenos Aires (tal vez algún día el partido recupere un liderazgo que hoy ni siquiera está en el país).
Lectura recomendada para ex militantes, actuales militantes y para todos aquellos que, honestamente y desde todas las agrupaciones, pasaron y dejaron su tiempo y su juventud en pos de una universidad mejor.
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