Me encanta The Americans. En un solo fotograma nos puede
trasladar a los años ochenta, cuando la Ferifiesta nos hacía creer que los No
Alineados eran todos países pobres y dignos que luchaban contra el Imperio
malo, malo, malo.
Veíamos The Americans con mi señora y una frase me causo
mucha gracia “Te encantará Moscú, es más cosmopolita que Washington”. Me hizo
acordar al Festival Internacional de la Juventud… en Moscú. Allí fue una alegre
delegación de jóvenes argentinos, más de cien (las delegaciones argentinas
suelen ser numerosas, sin ir más lejos, en el Congreso de IPSA de Berlín 1994
la delegación argenta superaba incluso a la alemana, ni que hablar de la de la
IUSY en 2000). Incluso algún radical se coló en esa delegación, plagada de “independientes”.
No sé si encontraron una ciudad cosmopolita. Si recuerdo que una compañera del
PC de mi colegio me confesó que las chicas rusas se morían por la ropa femenina
y por los palos de hockey.
Unos años antes, la familia comunista de mi barrio (ya hablé
en su momento en otro post de esta alegre familia Telerín), me había llevado a
ver al CENARD un film de las Olimpiadas de Moscú. Las que el mundo ¿libre? (si,
libre, digámoslo sin vergüenza) había boicoteado. Incluso Argentina, mientras
le seguía vendiendo trigo (negocios son negocios, sobre todo entre dictaduras).
Me aburrió el film. No entendía muy bien todavía la guerra fría. Para mi James
Bond siempre estuvo entre los chicos buenos.
Vuelvo en el tiempo. Paula me pregunta que habrá sido de
todos esos espías cuando se acabó la guerra fría. No se la respuesta. Calculo
que como muchos ñoquis del PC argento tuvieron que salir a reciclarse. Algunos,
los más honestos, habrán buscado trabajo. Otros, tal vez, se pusieron a
estudiar en #Fsoc y hoy deben ser prestigiosos profesores o directores de fundaciones, bancadas
por privados del imperio.
Total, siempre quedará Moscú.
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