viernes, 17 de octubre de 2014

Papá y el tío Tito.

Papá era peronista, el tío Tito también. Durante la dictadura al tío lo echaron del hospital Ferroviario, donde tenía un cargo directivo, junto a su jefe (radical), por no denunciar a sus compañeros. Se fue a trabajar a FIAT como cadete, donde lo hizo ingresar su hermana (casi toda mi familia pasó por FIAT).

El hijo del tío Tito comió ají molido para que le den la baja durante la guerra de Malvinas. Cobardía? No, supervivencia pura y dura.

El tío Tito le enseñaba, en secreto, la marcha peronista a mi prima Marina, hija de su hermana que cuidaba mi abuela.

En el 82 toda mi familia por parte de mi papá eran peronistas. Menos mi abuelo. Mi abuelo era directamente fascista y se murió fascista. Eso si, mostraba orgulloso su carnet N° 13 de la Fraternidad, curiosamente un sindicato medio radical.

En el 82 escuché este diálogo entre mi papá y mi tío:

-Viste lo que hicieron ahora?
-Lo del acto?
-Si, los muy turros lo pasaron, con la escusa que es el día de la madre, que tiene que estar la familia unida. Jajajaj, son unos turros, lo pasaron porque no juntan dos tipos un domingo. Ya no representan a nadie.

No se si hablaban de Lorenzo Miguel, de Luder, de Bittel, de Triacca o de Herminio Iglesias. Todos capos que cortaban el bacalao en esa etapa del peronismo. No se muy bien quien dijo que. Yo tenía catorce años y empezaba a entender, apenas, algo de la política argenta.

En el 83, papá votó a Alfonsín. Supongo que el tío Tito, por esas cosas de que "el mono relojero con la vincha de Perón gana cualquier elección", votó a Luder. Pese a que puteó lindo el día del acto en que se cagaron a tiros en la Plaza Kennedy en San Martín.

Eran los días que creíamos que el peronismo se moría para siempre.

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