Duro el título, ¿no? Sobre todo teniendo en cuenta que las teorías conspirativas están a la orden del día, y la reciente viralización que se hizo sobre que uno de los supuestos apellidos que usó el asesino nazi en su ocultamiento patagónico es Kirchner.
Me gustan las teorías conspirativas en tanto tengamos en cuenta que son solo eso, teorías. Es divertido doblar el billete de 100 dolares y ver como explotan las torres gemelas. Pero de ahí a tomarlas como verdad científica hay un largo trecho.
Pero vamos a los hechos (mientras que el suplemento Turismo de Clarín no publique alguna de mis anédotas, seguirán sufriéndolas por aquí).
Era enero de 1993. Terminada la gestión en la FUBA, con mi amigo Marcelo decidimos hacer un viaje de Turismo aventura por una empresa que se llamaba By Club, que proveía servicios a la Federación. Lo de Turismo aventura era solo en los hechos, ya que parábamos en un hotel a todo culo en el centro de Bariloche. Entre las peligrosas excurciones propuestas, una era bien culinaria. Salida temprano del hotel, parada en una granja de frutas finas y final en El Bolsón.
Arrancamos muuuy temprano, comiendo tortas fritas en un chiringundín de la ruta. Aún hoy me acuerdo que estaban buenísimas. Cerca del mediodía, llegamos a la granja de frutas finas. Ahí nos explicaron como se cosechaban las frutillas, cerezas, guindas, fresas, moras y todo lo que se les ocurra. Bien hippie todo. Lo mejor vino después. Un par de corderitos nos esperaban asandose y regados en salmuera. La previa, una gigantesca bandeja de achuras.
Creo que nunca comí tanto en mi vida. Todo el resto de los excursionistas miraban como Marcelo y yo nos acercábamos cada diez minutos a los pobres animales para marcar que parte ibamos a seguir comiendo. Creo que nos bajamos un cordero los dos solos. Al final, el parrillero quizo conocernos, habíamos sido sus mejores comenzales.
Y ahí estaba, petiso, no más de 1.50 de altura, unos noventa años y un bigotito que no podía confundir a nadie. Si no era Chaplin, era Hitler. Claro, la edad, por suerte, no dá. Hitler hubiese cumplido 104 años (como Majiclic) en 1993. Pero el parecido del paisano era atróz. Claro que hay fotos (pero vamos a proteger la identidad del susodicho, además están guardadas y me da fiaca buscarlas).
El camino siguió, llegamos al Bolsón y no encontramos ya hippies, creo que se habían ido aburgesando desde un par de décadas antes.
domingo, 23 de febrero de 2014
sábado, 22 de febrero de 2014
Una familia comunista
Una familia comunista apoya a Alemania porque Stalin pacto con Hitler.
Una familia comunista apoya a Roosvelt, porque Hitler atacó a Stalin.
Una familia comunista vota a la Unión Democrática porque Perón es fascista.
Una familia comunista reza en la Plaza de Mayo el día que asume Lonardi.
Una familia comunista apoya a Frondizi, porque ahí mandó a votar Perón.
Una familia comunista se indigna con la Revolución Cubana, porque no son comunistas.
Una familia comunista dice que Illia es una tortuga.
Una familia comunista apoya a Onganía, porque lo apoyan los sindicatos dialogistas.
Una familia comunista apoya a Perón, porque los trabajadores están con el.
Una familia comunista apoya a López Rega, porque enfrenta a la guerrilla apatrida.
Una familia comunsita apoya a Videla, porque se enfrenta a Pinochet.
Una familia comunista apoya al Proceso, porque le vende trigo a la URSS.
Una familia comunista se pone una inmobiliaria (cuac, y eso de abolir la propiedad privada?).
Una familia comunista pierde un juicio con los trabajadores de la fábrica, por tenerlos en negro.
Una familia comunista apoya la Guerra de Malvinas, porque es antiimperialista.
Una familia comunista se adhiere al Credicoop.
Una familia comunista te lleva al CENARD a ver el documental sobre las olimpiadas de Moscú.
Una familia comunista apoya a Luder, porque ahí está el pueblo.
Una familia comunista se opone al Plan Austral, porque tiene un listado de precios topes y la publicidad oficial llama a combatir el agio, como en los tiempos de Perón.
Una familia comunista es homofóbica y católica, aunque tenga un miembro que salió del closet.
Una familia comunista descubre al Che, y se olvida que es homofóbico.
Una familia comunista apoya a Menem, porque ahí está el pueblo.
Una familia comunista viaja a Cuba (en algún momento de su vida) y vuelve hablando de la dignidad y la salud. No piensa que es pobreza.
Una familia comunista apoya al FREPASO, porque eh...., porque es cool.
Una familia comunista vive conociendo Europa, con la convertibilidad.
Una familia comunista apoya a De La Rúa, porque algo puede mojar a través del FREPASO.
Una familia comunista apoya a Ibarra, porque es un chico de barrio.
Una familia comunista apoya a Néstor (debe ser porque es un buen cliente de inmobiliaria).
Una familia comunista apoya los precios cuidados, porque hay que cuidar el bolsillo de la gente.
A lo largo de mi vida me relacioné con dos familias comunistas, por razones familiares y amistosas. Cada una de estas afirmaciones son experiencias transmitidas por alguno de sus miembros.
Una familia comunista apoyará a Massa, o a Scioli, o a Capitanich.
Una familia comunista apoya a Roosvelt, porque Hitler atacó a Stalin.
Una familia comunista vota a la Unión Democrática porque Perón es fascista.
Una familia comunista reza en la Plaza de Mayo el día que asume Lonardi.
Una familia comunista apoya a Frondizi, porque ahí mandó a votar Perón.
Una familia comunista se indigna con la Revolución Cubana, porque no son comunistas.
Una familia comunista dice que Illia es una tortuga.
Una familia comunista apoya a Onganía, porque lo apoyan los sindicatos dialogistas.
Una familia comunista apoya a Perón, porque los trabajadores están con el.
Una familia comunista apoya a López Rega, porque enfrenta a la guerrilla apatrida.
Una familia comunsita apoya a Videla, porque se enfrenta a Pinochet.
Una familia comunista apoya al Proceso, porque le vende trigo a la URSS.
Una familia comunista se pone una inmobiliaria (cuac, y eso de abolir la propiedad privada?).
Una familia comunista pierde un juicio con los trabajadores de la fábrica, por tenerlos en negro.
Una familia comunista apoya la Guerra de Malvinas, porque es antiimperialista.
Una familia comunista se adhiere al Credicoop.
Una familia comunista te lleva al CENARD a ver el documental sobre las olimpiadas de Moscú.
Una familia comunista apoya a Luder, porque ahí está el pueblo.
Una familia comunista se opone al Plan Austral, porque tiene un listado de precios topes y la publicidad oficial llama a combatir el agio, como en los tiempos de Perón.
Una familia comunista es homofóbica y católica, aunque tenga un miembro que salió del closet.
Una familia comunista descubre al Che, y se olvida que es homofóbico.
Una familia comunista apoya a Menem, porque ahí está el pueblo.
Una familia comunista viaja a Cuba (en algún momento de su vida) y vuelve hablando de la dignidad y la salud. No piensa que es pobreza.
Una familia comunista apoya al FREPASO, porque eh...., porque es cool.
Una familia comunista vive conociendo Europa, con la convertibilidad.
Una familia comunista apoya a De La Rúa, porque algo puede mojar a través del FREPASO.
Una familia comunista apoya a Ibarra, porque es un chico de barrio.
Una familia comunista apoya a Néstor (debe ser porque es un buen cliente de inmobiliaria).
Una familia comunista apoya los precios cuidados, porque hay que cuidar el bolsillo de la gente.
A lo largo de mi vida me relacioné con dos familias comunistas, por razones familiares y amistosas. Cada una de estas afirmaciones son experiencias transmitidas por alguno de sus miembros.
Una familia comunista apoyará a Massa, o a Scioli, o a Capitanich.
viernes, 21 de febrero de 2014
A proposito de "La Tortilla" y los dialogos con pajaritos.
Creo que el bando republicano nunca tuvo posibilidades de ganar la Guerra Civil Española. Un conflicto que durante la década del treinta se planteó en terminos de uno de los mayores desastres europeos, preludio de la Segunda Guerra Mundial.
Sobre todo teniendo en cuenta no solo las divisiones existentes entre los distintos partidos políticos (PS, PC, POUM, Anarquistas, Republicanos, etc.) con una agenda propia por cada facción, que iba desde la revolución lisa y llana hasta la más moderada instalación de una república liberal o la instalación, en algunas comunas, de una única, verdadera y fracasada experiencia anarquista.
Del otro lado, un ejercito profesional, entrenado en las colonias africanas y con liderazgos probados y fuertes que, tempranamente y por accidentes o acciones del propio conflicto, se unificó alrededor del futuro dictador Francisco Franco. La inteligencia de este fue justamente apostar aun conflicto prolongado, que le permitió llevar una partida de billar a dos puntas: por un lado, ir eliminando cualquier foco de resistencia republicana, dejando para el final (como en el TEG) la ficha más importante (Madrid) y a la vez, sacarse de encima cualquier foco de competencia en su propio bando, eliminando incluso a los partidarios de la otrora poderosa falange.
Los conflictos intrarepublicanos se moderaron, casualmente, con la intervención exgranjera, la llegada de los "asesores" de la ascendente URSS. A partir de ello, el sector republicano y los más izquierdistas del POUM vieron sellados su suerte (y reprimidos con mas ferocidad, en algunos casos, que la que infligieran las tropas de derecha). Y con ello el conflicto asumió otras dimensiones internacionalistas, ya que también el ascendente nazismo alemán tuvo algo que decir.
No se si son ciertas, probablemente no, las imágenes de la oposición venezolana mostrando el desembarco de soldados cubanos en Venezuela. De serlo, no solo serían una escalada inédita en un país que demostró, durante el siglo XX ser una democracia viable (hasta la irrupción de Chávez, con su intento de golpe de estado en 1992), sino tambiá la asombrosa confirmación de la tal vez más lúcida frase marxista: la de la tragedia y la comedia. Una bananización más a la que nos tienen acostumbrado nuestros líderes políticos de estas dos décadas del tercer milenio.
Sobre todo teniendo en cuenta no solo las divisiones existentes entre los distintos partidos políticos (PS, PC, POUM, Anarquistas, Republicanos, etc.) con una agenda propia por cada facción, que iba desde la revolución lisa y llana hasta la más moderada instalación de una república liberal o la instalación, en algunas comunas, de una única, verdadera y fracasada experiencia anarquista.
Del otro lado, un ejercito profesional, entrenado en las colonias africanas y con liderazgos probados y fuertes que, tempranamente y por accidentes o acciones del propio conflicto, se unificó alrededor del futuro dictador Francisco Franco. La inteligencia de este fue justamente apostar aun conflicto prolongado, que le permitió llevar una partida de billar a dos puntas: por un lado, ir eliminando cualquier foco de resistencia republicana, dejando para el final (como en el TEG) la ficha más importante (Madrid) y a la vez, sacarse de encima cualquier foco de competencia en su propio bando, eliminando incluso a los partidarios de la otrora poderosa falange.
Los conflictos intrarepublicanos se moderaron, casualmente, con la intervención exgranjera, la llegada de los "asesores" de la ascendente URSS. A partir de ello, el sector republicano y los más izquierdistas del POUM vieron sellados su suerte (y reprimidos con mas ferocidad, en algunos casos, que la que infligieran las tropas de derecha). Y con ello el conflicto asumió otras dimensiones internacionalistas, ya que también el ascendente nazismo alemán tuvo algo que decir.
No se si son ciertas, probablemente no, las imágenes de la oposición venezolana mostrando el desembarco de soldados cubanos en Venezuela. De serlo, no solo serían una escalada inédita en un país que demostró, durante el siglo XX ser una democracia viable (hasta la irrupción de Chávez, con su intento de golpe de estado en 1992), sino tambiá la asombrosa confirmación de la tal vez más lúcida frase marxista: la de la tragedia y la comedia. Una bananización más a la que nos tienen acostumbrado nuestros líderes políticos de estas dos décadas del tercer milenio.
martes, 18 de febrero de 2014
¿Cómo convertirse en un autor de libros de autoayuda?
(Este post fue columna en Radio UBA, en 2012).
Esta columna es distinta, es un decálogo para futuros
autores. Hoy queremos brindar un servicio a todos aquellos que quieran
dedicarse al mundo de la literatura en un género exitoso: Los libros de autoayuda.
Hay libros de autoayuda para todos los gustos, para personas
que están pasando por momentos negativos y para personas claramente positivas,
incluso para aquellos que siempre son positivos….., si, esos que nunca nos
bancamos. También hay libros de este estilo para gerentes…., bueno, casi todos
los libros que intentan reflejar como ser exitoso en una empresa (o hacerse
rico en cinco minutos) son en definitiva lo que llamaremos libros de autoayuda
para gerentes.
Pero no nos vayamos por las ramas. Vamos a este decálogo, o
en realidad este ayuda memoria para hacer mejor su vida.
- Lo ideal es que ud. haya pasado por una situación límite, una enfermedad incurable que se curó milagrosamente. O una no tan incurable pero a la que le dio batalla. Mejor aún es haber sobrevivido a una tragedia (no vale usar el avión que se cayó o quedar enterrado en una mina (eso ya lo usaron, exitosamente….).
- Hable con palabras sencillas, muuuuy sencillas. La idea no es convertirse en el próximo Nobel de literatura, sinó hacer mucha plata con los derechos de autor.
- Plagie….., otros ya lo hicieron y nadie les reprochó nada. Con ello puede llegar a completar un par de capítulos de su libro.
- Junte un par de fábulas populares, una vez que las tenga, adelante, hagales un giro literario, simule profundidad en lo que cuenta, diga que son historias reales y con eso ya cubrió otro par de capítulos del libro.
- Cuente un par de historias personales. Sobre todo alguna que tenga que ver con la perdida en un desierto (vale algún medano de Pinamar o Villa Gesell), o el ascenso a una montaña. Ahora que lo pensamos bien, el ascenso a la montaña es ideal. En seguida, si su lector es una persona religiosa, lo va a asociar al camino de Jesús en el desierto, o a Moises buscando las tablas sagradas o a Mahoma camino a la Meca. Si el lector no es creyente, simplemente lo asociará al sacrificio de caminar y caminar y caminar, o ascender, ascender y ascender.
- Ayuda, y mucho, agregar un par de dibujos. Pero ojo, el secreto es que sean dibujos sencillos, de trazo fino, ambiguos a la vez, y por sobre todas las cosas, que se puedan autoadjudicar al autor del libro.
- En todo momento refleje optimismo, incluso cuando esté contando sobre el momento en que se encontró atrapado en el fondo del mar (ya que no podemos usar el avión o la mina, usemos el barco que se hundió, al estilo Poseidón), en una bolsa de aire que se formó en la tercera cubierta del Crucero, durante días comiendo peces crudos por ud. pescados con la mano (nadie va a saber que en realidad justo estaba en la cocina del barco y sobrevivió gracias a que había comida en la heladera). Hasta en ese momento, poco antes que lo rescataran los buzos, Ud. fue optimista. Eso es lo importante, reflejar el optimismo.
- También es bueno si en el medio de su historia ud. encuentra sin querer, y de improviso, el amor. El amor genuino, puro, asexuado. Con ese tema ya tenemos otro capítulo dentro. No olvide dedicar el libre a ese o esa persona que le permitirá redimirse en el ámbito amoroso.
- Cuente alguna historia que tenga que ver con abrir multiples puertas que se le presentan ante ud. Describa la secuencia como si estuviese en un gran salón y lo rodean decenas de puertas y tiene que elegir una, esa que lo llevará por la senda de la felicidad. Sea lo suficientemente metafórico en ese sentido, ya que según la puerta que abra, su lector se sentirá reflejado en la lectura. Esa es la clave, que el lector se identifique con lo que lee.
- Termine el libro con alguna frase lo suficientemente ambigua como para que todos se sientan reflejados en la misma, que todos digan esto es lo que me pasó a mi. Pero a la vez, siembre interrogantes, no se olvide que los mismos son el disparador para el próximo libro de autoayuda que escribirá.
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