domingo, 6 de julio de 2014

El amor vence al odio



El amor vence al odio, me dicen muchos amigos kirchneristas. Parece una frase para una tarjeta de Hallmark. Es muy sentida la frase. Hace que nos conmovamos. Hay algo mucho más fuerte que odiar, algo que lo vence. Que está por encima de toda violencia. Sería muy lindo si no fuese que hablar de amor en política resulta poco menos que rebuscado. Sobre todo viniendo de quienes hicieron suya la teoría de Schmitt de la lucha política y el concepto de amigo-enemigo.
El amor vence al odio, insisten. Y yo sigo pensando que en política las buenas intenciones no existen. Y ese concepto de amor en política me sigue haciendo ruido. Sé que lo escuché o lo leí en otro lado. Sé que otros labios bastardearon la palabra amor con sentido político. Pero no puedo recordar quien.
El amor vence al odio. Escucho esta vez de intelectuales comprometidos políticamente. Que se juegan la vida (y el subsidio) para darla por amor al modelo. El amor vence al odio, dice otro intelectual, mientras pide formar parte de un pelotón de fusilamiento.
El amor vence al odio, creo leer en un muro de Facebook, de alguien comprometido con las luchas de sociales, mientras pide hacer listas de aquellos que no comparten la idea de patria. Para recordarlo cuando sea necesario.
El amor vence al ocio. Insisten los intelectuales mientras firman solicitadas que vuelven sobre la idea de “hacer listas” de quienes están con los grupos apátridas.
Insisto. Sé que vi una frase similar en algún lado de alguien que también la asoció a la política.
El amor vence al odio, dice un Senador Nacional, mientras manda DM por Twitter con la cálida y tranquilizadora frase “cerrá el pico”.
“Son puro amor” leo como epígrafe de una foto en el balcón de la Rosada, son Cristina y Dilma, con Hebe y Stella. La misma Hebe que se puso contenta mientras veía como caían personas de las Torres Gemelas. La misma Stella que aprueba spots televisivos agresivos e imperativos. La misma Cristina que jamás se dejó ver acompañando una tragedia social en el país que gobierna. La misma Dilma que reprime sin miramientos a los indignados de Brasil.
Busco en los archivos. Insisto que vi la frase en algún lado. No es igual, claro. No vaya a ser que alguien pida derechos de autor. La encuentro, Crónica del 24 de marzo de 1977 “Videla. Comprensión para asegurar amor”. 

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